Cuaresma y tiempos difíciles
El Papa Francisco ha establecido como lema para este período de cuaresma del año 2022 ‘No nos cansemos de hacer el bien’, el mismo tiene su fundamento legal, en la biblia, en el nuevo testamento, libro de Gálatas, capítulo 6, versículos del 9 al 10, siendo el texto, el siguiente: ‘No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Este mensaje Papal en tiempo de cuaresma, pero, sobre todo, en este período de guerra que estamos viviendo a nivel mundial, nos invita a realizar la siguiente reflexión en tiempos difíciles, de la manera siguiente: Primero, la cuaresma es una oportunidad de preparación, para todos los cristianos, a través de la cual nos acondicionamos espiritualmente para recibir nuevamente a nuestro salvador Jesucristo y, luego, aproximadamente cincuenta (50) días después de la resurrección, acoger la llegada a nuestras vidas, del espíritu consolador, el gran Espíritu Santo. Segundo, esa etapa de preparación o acondicionamiento conlleva no solamente oración, sino lo más importante, realizar una penitencia en aquello que más nos cuesta a nivel personal, con respecto a nuestro prójimo.
Generalmente, es realizar acciones de bien a los demás, como, por ejemplo: dejar de hablar mal de nuestros semejantes; ayudar, dentro de la medida de nuestras posibilidades, a todo aquel que lo necesite, sin esperar a cambio la devolución del favor; no indisponer a las personas con sus superiores, con la finalidad de tomar su lugar de trabajo; respetar, auxiliar y atender con amor a nuestros padres, no importa la edad, pero, sobre todo aquellos que son adultos mayores; realizar nuestro trabajo con entusiasmo, honradez y agradeciendo a Dios por tenerlo, fortalecer nuestra familia.
n síntesis, hacer ayuno de todas aquellas cosas que hacemos y no agradan a Dios, ya que constituyen actos de maldad hacia las personas que nos rodean.
En este segundo aspecto, hago un llamado a todas aquellas personas integrantes del sistema político y gubernamental, para que en esta cuaresma tengan un tiempo de conversión y reflexionen sobre cómo implementar, en beneficio de la comunidad, utilizando como instrumento el ejercicio de sus funciones públicas, el lema cuaresmal del Papa Francisco ‘No nos cansemos de hacer el bien’. Como tercer punto, es necesario prepararse para los tiempos amargos que se avecinan como resultado del conflicto bélico que hoy día se vive en la Unión Europea, situación que afecta indirectamente a toda la comunidad internacional y directamente al país de Ucrania, considerado como uno de los principales productores y exportadores de granos que constituyen la materia prima, de alimentos fundamentales, en la dieta básica de todo ser humano. Esto implica, que probablemente ciertos alimentos importantes de nuestra alimentación, escasean.
Además, debemos recordar que Panamá es un país, esencialmente de servicio y generalmente la gran mayoría de productos los importa, razón por la cual se avecina una época de alza de precios, a nivel de todo el mundo. Es por ello, que la sociedad panameña debe tomar en consideración todos estos elementos y fortalecerse espiritualmente en esta cuaresma y pedirle a Jesucristo que nos de la entereza necesaria para afrontar los tiempos que se avecinan y, nos entregue los dones del Espíritu Santo para lograr asimilar la enseñanza que encierra las consecuencias del conflicto bélico en los que están envueltos Rusia, Ucrania, la Unión Europea, USA y el mundo entero.
El tiempo de cuaresma es el momento apropiado para hacer resplandecer nuestra fe, puesto que este termina con la resurrección de nuestro Señor
Jesús, lo cual significa: los cristianos, siempre tendremos la victoria.
Recordemos siempre que en la necesidad y en tiempos ásperos, contamos con el Espíritu de la verdad (Espíritu Santo), para tener discernimiento, puesto que Dios es la luz y su palabra es vida eterna. Con la resurrección venció Jesús la maldad del mundo de las tinieblas, demostrando así su fe y obediencia en el Padre Eterno, con la finalidad que nosotros le imitásemos.
Entonces, debemos tener fe, haciendo nuestras, las palabras de 1 Juan 5:4
‘Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. Nosotros, los cristianos somos nacidos de Dios y debemos tener fe, en que Dios tomará en consideración nuestro ayuno cuaresmal, permitiéndonos resurgir, aún en los tiempos difíciles que se estén avecinando para el mundo, el tendrá misericordia de quienes guarden sus principios, mandatos y se mantengan firmes en la fe y la palabra de Dios.
Como dice el Salmo 119, versículo 105, la palabra de Dios es lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino.
Estimados lectores, les deseo una cuaresma de aprendizaje y un avivamiento en su fe.