Apreciaciones 2022
Estimados lectores, hemos llegado al final de un ciclo a nivel de país y de comunidad internacional a través del cual hemos podido advertir diversos tipos de enseñanzas, como seres humanos y sociedad.
Es necesario que hagamos un pequeño alto en el camino para reflexionar al respecto, analizar desaciertos para extraer de ellos un aprendizaje constructivo que nos permita forjar un mejor presente y un excelente mañana. Dentro de estas reflexiones podemos mencionar las siguientes: primero, iniciamos este año 2022, con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el cual a lo largo de este período ha contado con distintas explicaciones y fundamentaciones legales al
respecto.
Sin embargo, la realidad es la guerra entre dos poblaciones que comparten un mismo antepasado y, por ende, igual contexto histórico. Lo preocupante de esta guerra es que puede llegar a involucrar al mundo entero, si ambas partes no llegan a un pronto entendimiento.
Además, hace un llamado de atención a los países que forman parte de la comunidad internacional a tener un concepto legal cierto sobre su personalidad jurídica, como Estado, a nivel interno e internacional, mediante la cual puedan expresar con certeza jurídica su soberanía e independencia que, a su vez, le permita actuar legalmente ante las instancias internacionales y, por consiguiente, lograr el apoyo o auxilio internacional solicitado.
Segundo: la pandemia, empieza a dar indicios que se encuentra en vías de remisión y, en Panamá, volvemos a la normalidad, retornando a las clases presenciales, los horarios habituales de trabajo, eliminació n de las mascarillas, entre otras cosas.
Pero, parece que no aprendimos a mejorar todas aquellas cosas que puso en evidencia la pandemia, como la corrupción a nivel institucional y política; las deficiencias del sistema educativo a nivel escolar y universitario; la crisis por la cual está atravesando la familia panameña, la cual trae como consecuencia un incremento en figuras delictivas, como, por ejemplo: violencia doméstica, femicidios, delitos sexuales, entre otros; un notable aumento en las enfermedades mentales, sobre todo aquellas relacionadas con la esquizofrenia, la bipolaridad, ataques epilépticos, la paranoia, personalidades múltiples, etc.
Tercero: ha quedado claramente evidenciado que la mayoría de las normas jurídicas que conforman nuestro Derecho Positivo, no corresponden a un diagnóstico en el cual queden claramente identificadas las necesidades, bienes e intereses jurídicos de la población y del Estado como miembro de una comunidad internacional, que constituyen la justificante de la creación y aprobación de una norma jurídica. Es decir, en la mayoría de los casos nuestro
Hay que aclarar que no está mal tomar en consideración las recomendaciones emitidas por otros países que compartan problemas sociales, económicos y políticos similares a los nuestros, lo incorrecto es no adecuar esas sugerencias a nuestra realidad jurídica y social. Ejemplo es el proyecto de ley sobre la extinción de dominio de bienes ilícitos.
Este no ha sido el único proyecto de ley polémico, pero, si el más comentado y refutado a nivel de distintos foros en todo el país. Esta ley presenta ventajas y desventajas, si las últimas se analizaran y se plantearan alternativas al respecto, podría convertirse en un ordenamiento jurídico de gran beneficio para Panamá. La primera desventaja que observamos es la falta de concordancia jurídica con el Derecho Positivo panameño, el cual se visualiza en un marco conceptual equívoco con respecto a la extinción de dominio.
Luego, como consecuencia a esta condición, se dificulta identificar con exactitud su naturaleza jurídica, ante qué situaciones, bienes y, por consiguiente, la jurisdicción ante la cual debe ventilarse esta acción y el procedimiento a seguir.
¡Adiós, 2022 y bienvenido, 2023!